El talento se fue de las grandes salas

Haz la prueba, te espero: ve a ver que productos te ofrecen en la cartelera. Sé que es duro, pero eres capaz de hacerlo.
Venga no llores, no es para tanto. Es cierto, hay mucho blockbuster, comedia romántica (de en general poca calidad), la típica película de miedo y poco más. De vez en cuando nos sorprendemos gratamente con Pixar, algún director joven que llega pisando fuerte o que pronto hay una gala de premios y se estrenan películas de mayor calidad. 
Te recomiendo que te sientes en el sofá, cojas tu ordenador o mando y te sumerjas con Underwood en una nueva trama política, sientas las ganas de ayudar a Tommy Shelby en su nuevo proyecto, planificar estrategias y surcar los mares con Ragnar Lothbrok o hackear el mundo con Elliot Alderson.


Cada vez más somos los que rechazamos la idea de ir al cine a cambio de disfrutar de los nuevos capítulos de esa nueva serie que nos tiene enganchados. La amplia temática y la posibilidad de un desarrollo mucho más complejo y detallado de la personalidad de cada personaje, son puntos a favor que tiene este formato en pleno auge. Las largas temporadas permiten la evolución de subtramas que nos distraen del leitmotiv; en este sentido pueden compararse con los libros: te regalan pequeños momentos de felicidad durante mucho tiempo.
Los protagonistas maquiavelicos, los giros de guión y los espectaculares capítulos del final de temporada son ingredientes muy asiduos en las series modernas. En contraposición a los héroes y villanos clásicos, aparecieron personajes con moralidades mucho más adultas, capaces de cualquier cosa por conseguir sus objetivos y convenciendo (incluso engañando) al espectador para estar de su parte aunque nos parezca un perfecto hijo de puta.

Siempre apoyaré y defenderé al cine pero da la impresión que los grandes directores, actores, productores y todas las personas de talento de esa gran industria invierten más en el desarrollo de nuevas series. Ejemplos claros como Woody Allen fichado por Amazon para desarrollar una nueva serie, o Martin Scorsese quién producirá Vinyl, Los vastos presupuestos que manejan las películas modernas son monstruosos en cifras pero hablamos de otro tipo de inversión; una inversión cualitativa, no cuantitativa, en los recursos necesarios para hacer un fruto más maduro y de mayor calidad.

Supongo que los tiempos cambian y es inevitable mirar al pasado atrás, con nostalgia, pero la evolución forma parte de nuestro entorno natural y sólo los que se adaptan al medio sobreviven. Disfrutemos de este nuevo mundo y que nos salga a dar la luz de vez en cuando aunque sólo sea porque... !JODER UN PIKACHU EN EL RADAR!.

"La calidad nunca es un accidente; siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia"
John Ruskin (1819-1900): Crítico y escritor británico.






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